Grávida es un trabajo de relato de experiencia y fototerapia personal en el que incluyo la imagen auto-referencial y el autorretrato para expresar las fases de mi deseo y frustración ante la búsqueda de la maternidad.
La finalidad de “Grávida”, aparte de la catarsis personal, es ahondar en el proceso y diferentes fases del duelo derivado de una circunstancia que a menudo se vive en silencio y se siente como tabú y fracaso personal, cuando es más habitual de lo que parece y además es consecuencia directa del tipo de sociedad que habitamos.


Las alas entre almohadas,
las hogueras verdes,
las luminosas murallas de la verdad
con sus puertas cerradas
y los cristales rotos*
Bienvenido
a mi sueño de cristal
que está quebrado
en esta esquina
de tu habitación*
Grávida significa «plena, llena de cosas». En un momento de mi vida en el que el proyecto de maternidad-paternidad coincide con una actividad profesional y creativa frenética, comienzo a realizar fotografías que describan mis emociones íntimas.
Lo que describo es nuestro transitar particular -distinto al de otras parejas, sin medicalización ni pruebas, yendo a tocar el fondo de la herida, la raíz, en nuestro día a día en común y en nuestro discurrir como individuos- por un camino que nos ha llevado a deconstruir cómo nos educaron y qué roles hemos tenido que elegir y cuáles hubiéramos querido desempeñar.



Esa frustración, en la que miramos cara a cara al fracaso con angustia y miedo, en una fase de primer duelo por la desilusión, es la que he querido reflejar o ha surgido a modo de catarsis en esta primera fase del proyecto, que he titulado [Deseo].



Después de investigar acerca de la represión del deseo materno con los libros y charlas de Casilda Rodrigáñez, al descubrir conceptos como la simbiosis libidinal en la díada madre-hijo, basados en la concepción de la autopoiesis de los biólogos Maturana y Varela, comprendo que el [Deseo] de ser madre, en mi caso, no va ligado a un concepto cultural, ni mi frustración tiene que ver con no poder cumplir mi función social «asignada como mujer».
Al contrario, siento que la sociedad me ha impuesto un ritmo de éxitos desde que tengo uso de razón para ser una súper mujer trabajadora con tal de no tener que cumplir el papel de madre que tanto pesa en el imaginario de muchas mujeres y que me agota y me desconecta de lo que soy y quiero ser, de mi cuerpo y del lugar en el que quiero estar.


Me siento dentro del movimiento de mujeres que defienden el placer y la libertad de ser madres en conexión con los ritmos de la naturaleza y no con los artificiales ritmos del neodarwinismo y su ley del más fuerte que nos lleva a morir de éxito. En un momento de mi transitar me doy cuenta de que esta experiencia es también un camino de aprendizaje, y de autoconsciencia y cuidado de mí misma. Esta reflexión, por tanto, se presenta en torno a la dualidad y a la polaridad lleno-vacío, natural-artificial, lento-rápido, acumulación-nutrición, yin-yang.




Este proyecto se realiza desde una percepción personal y subjetiva que concibe la maternidad una necesidad fisiológica que la tecnologización y productividad impuestas por la sociedad actual están impidiendo, con la creciente desnaturalización que esteriliza -desde el agua y los pesticidas hasta las vacunas transgénicas- y las intervenciones médicas preventivas y abusivas, prácticas cada vez más normalizadas, que son sin embargo violencia obstétrica y marcan de por vida el imaginario colectivo sobre la experiencia de ser madres, demonizando y ocultando otros paradigmas y realidades existentes.











La frustración que late viva en mis entrañas nace, como estas imágenes, en torno a esta reflexión: ¿Cuán libre puede ser una mujer de esta sociedad tan avanzada que se ha desconectado de sí misma, de su instinto y su salud a base de autoexigencia, estrés y renuncia, medicalización, instrumentalización e intoxicación del cuerpo por el modo de vida hiperdesarrollado que nos envenena y asfixia?


Grávida es un proyecto en proceso que cuenta con tres fases diferenciadas que parten de la oportunidad de aprender con la fotografía como herramienta personal para la hermenéutica del alma y que se desarrollan cotidianamente a golpe de vivencias y emociones. La segunda fase de este proyecto, llamada [Vida] es un inventario de presencia, que está siendo, sin duda, necesario para recuperarnos y darnos cuenta de que estamos plenos, llenos de cosas que nutren nuestra vida.
* Poemas de Jose A. Miranda.



Una pieza de este proyecto fue seleccionada en 2018 en la convocatoria internacional «Ars visibilis Genius» para su exposición en la sala de Mediterráneo Centro Artístico y expuesta en el «Espacio Mera» de La Oficina Producciones Culturales en la colectiva «Tejidos invisibilizados» comisariada por Ana Cayuela. En 2021 ha sido seleccionado entre los 5 proyectos finalistas del I Certamen de fotografía ANDANAfoto.



En 2023, una imagen de este proyecto se ha publicado como ilustración de uno de los ejercicios contenidos en el libro «El taller del autorretrato» de la editorial La Mirada Creadora, y ha sido también compartido mediante la proyección de sus imágenes en el coloquio sobre «Maternidad y crianza» coordinado por Ediciones Fantasma dentro del MAF-Málaga de Festival en el Ateneo de Málaga.


